¿QUIÉN ES ANTONIO BURGUILLOS RANDO?

Y vamos a explicar un poco de su historia:

HACE 100 años una persona honrada, trabajadora,
desprendida y con muchas más virtudes nació en Vi-
llafranca de los Barros (Badajoz). Le pusieron por
nombre Juan Antonio Burguillos Rando, más conoci-
do por Burguillos o el Burgui. Nació el 16 de marzo
de 1.910 en la calle Nueva a las 09,00 h de la mañana.


Dicen los escritos de aquella época que el invierno se
estaba despidiendo muy crudamente.


Celebrar los 100 años de una persona es una efemé-
ride, antes de nada, para dar muchas gracias a todo un
Dios bueno y misericordioso e igualmente a todas las
personas que hicieron del Burgui un hombre sólido en
ideas, firme en sus convicciones y lleno de virtudes.

En los planes misteriosos de la Vida, el que estemos
gozando hoy de la presencia de Burgui, es para que
aprendamos y asimilemos lo mucho que este hombre
nos transmite con su ejemplo.

Coherentemente con la Revelación del Dios de Je-
sús y la economía de la salvación, el Señor se nos hace
presente enseñándonos a vivir con verdad, con auten-
ticidad a través de mujeres y hombres que con amor,
humildad, fe, pobreza, justicia, solidaridad dan testi-
monio del Reino. María, José, Francisco de Asís, Án-
gela de la Cruz, Ignacio de Loyola y todas las perso-
nas BUENAS que han sembrado en los surcos de la
historia, con sencillez, valores humanos y cristianos.

A Juan Antonio Burguillos Rando lo podemos alis-
tar en ese grupo de hombres BUENOS. Es una perso-
na de pocos conocimientos intelectuales, pero con una
sabiduría digna de imitar. He aquí algunos rasgos de
su personalidad.

Un trabajador innato en el campo de sol a sol, don-
de aprendió en contacto con la naturaleza y su silen-
cio el estar siempre en las manos de Dios. Su máxima
era: «Trabajar al máximo, mimando la madre tierra,
y esperar la cosecha como Dios quiera». Que lección
tan práctica para cuidar la naturaleza.

Un desprendimiento algo sorprendente. No tenía
nada suyo. No podía soportar ver pasar necesidades a
su alrededor. En muchas ocasiones decía: «Sin nada
nací y así quiero vivir». La codicia no entra en sus
parámetros. Lección importante en una sociedad don-
de queremos acaparar y asegurar bienes.

El servicio es algo muy profundo en él. En cual-
quier momento está dispuesto a dar y compartir su
tiempo y lo que tiene sin pedir nada a cambio. Cuán-
tas horas dedicadas a trabajar en el campo por hacer
un favor. Aún hoy, a sus 100 años, intenta ayudar y
compartir. Lección maravillosa de «dar gratis lo que
gratis nos ha dado Dios». Practica la solidaridad con
toda sencillez.

Podíamos seguir enumerando valores muy arraiga-
dos en él. No me resisto a enumerar su gran capaci-
dad de sorpresa, su sonrisa sincera, su aceptación
del dolor, su aceptación ante un consejo, etc.
BURGUILLOS, muchas gracias queremos darte to-
das las personas que te queremos en autenticidad, por
poder gozar de tu presencia serena y bondadosa en
esta etapa de tu vida.

Que se nos conceda la Gracia de imitar y hacer nues-
tros los valores que con tanta naturalidad vives y que
han dado sentido a tu vida. GRACIAS.




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